lunes, 31 de marzo de 2025

Personal 🙍


MI GRAN MANÍA 



Soy de esas personas que no puede pasar un minuto sin morder algo. No sé si es nervios, ansiedad o una extraña obsesión por convertir todo objeto en una especie de chicle o mordedor. Si no tengo chicle, ahí va el bolígrafo, la tapa del marcador o incluso el borde del teléfono. Mi mandíbula ya tiene su propio gimnasio, dónde entrena de lunes a domingo. El problema es que, en medio de una conversación seria, me doy cuenta de que estoy mordiendo el bolígrafo como si fuera una barra de chocolate y, para colmo, me siento orgulloso de mi destreza en masticar plástico. Los que me rodean deben pensar que soy un caso perdido, pero lo cierto es que para mí, morder cosas es una forma de concentrarme... o al menos esa es la excusa que me invento cuando me pillan.


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