No lo sabías! 👀

Algunos tienen su cara en un billete y otros en botellas de agua

No sé qué tiene de especial el agua Trump Ice, pero juro que cada vez que la veo en los estantes me da una risa nerviosa. La botella, con su diseño minimalista y esa etiqueta que parece más una joya que un envase de agua, grita “lujo” de una manera tan descarada que se siente como si estar tomando agua fuera un acto de distinción social. Lo curioso es que, al final, es solo agua. No tiene un sabor revolucionario ni una composición tan única como para justificar el precio. ¿Es más pura que la del grifo? Tal vez, pero no estoy tan seguro de que valga la pena pagar tanto por algo tan básico. Es como si alguien decidiera vender aire con un nombre famoso y dijera que es el mejor aire del mundo. 

¡No gracias!